Conocimos
Tamangueyú, estación construida por el Ferrocarril del Sud en su línea a
Necochea, cuando ya había sido desafectada del servicio ferroviario.
Silencioso
testigo del esporádico paso de trenes de carga con destino al puerto de Quequén,
el deterioro ya se hacía notar en sus instalaciones. La vegetación avanzaba
lentamente sobre la playa e invadía el propio andén. El vandalismo también se
había hecho presente. Para nosotros, sin embargo, Tamangueyú conservaba el
encanto irresistible de las estaciones del viejo Ferrocarril del Sud. Todo
estaba aún en su lugar: el galpón de máquinas, la cabina de señales, que
gobernaba el empalme con la vía que venía de Lobería, la mesa giratoria, la
estructura techada del andén isla... y un misterioso galponcito contiguo al
edificio principal.
Marcelo
fue el primero en preguntarse cuál habría sido su función, enviando la
pertinente consulta a los miembros de un grupo de ferroaficionados en Internet
que ambos integrábamos en ese momento. Yo tampoco lo sabía. La duda persistió,
pero fue el puntapié para un fluido intercambio de material fotográfico, hasta
que en octubre de 2008 organizamos la primer ramaleada, como se denomina en la
jerga ferrófila a los viajes destinados a conocer y a recorrer ramales. Desde entonces,
hicimos veinte viajes juntos, en los que visitamos cientos de estaciones. El material fotográfico que presentamos aquí es, en gran
medida, fruto de esas ramaleadas conjuntas.
Gracias
al galponcito de Tamangueyú entablamos una gran amistad.
Cada viaje es una aventura a descubrir nuestro gran pasado ferroviario, del que
sobreviven retazos.
Los
invitamos a acompañarnos en este viaje...
Muy bueno Marcelo, y espero que el grupo crezca, un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Carlos!!!! Seguimos trabajando para crecer....
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