Más de sesenta años después, cuando el FCS
emprendió la construcción de su ramal de Azul a Dorrego, pasando por el Valle
de los Huesos, los indios y la vida azarosa de la frontera eran tan sólo un
recuerdo, pero los descendientes de Pablo Acosta aún conservaban la estancia
“Los Ángeles”. Uno de ellos, Pablo Acosta (nieto), que compró el antiguo casco
a una de sus hermanas, respaldó decididamente la llegada del ferrocarril a la
zona, junto con otros vecinos y propietarios de estancias cercanas. En abril de
1928 fue uno de los firmantes de una petición enviada a ese respecto al
Ministro de Obras Públicas de la Nación, Dr. Roberto M. Ortiz.
Es una aspiración de todos los vecinos que hace más de treinta años
esperan la llegada de la línea férrea a esta región, para verla así surgir y
pueda incorporarse a la producción al igual que otras zonas más felices que les
ha tocado antes los beneficios del riel […]. (1)
El FCS proyectó la instalación de una estación en
el Km 59,212 de la nueva línea, sección Azul-Chillar, en tierras de la estancia
“Los Ángeles”. La Inspección General de Construcciones de la Dirección General
de Ferrocarriles consideró que el lugar elegido era “inapropiado para la
ubicación de una estación, debido a la pendiente y a la rampa de 4,95 y 3,78%
respectivamente (…). (2)
El FCS señaló que la ubicación se había decidido
“teniendo en cuenta los deseos del propietario de los terrenos afectados, quien hará la subdivisión de
los mismos para la formación de un pueblo en ese punto, y por consiguiente se
tendrán los caminos de acceso requeridos” (3)
El Nombre de la Estación
Pablo Acosta (nieto) le solicitó al Ministro
de Obras Públicas de la Nación que la estación a construirse se denominara “Los
Ángeles”, en atención a que ese nombre se remontaba a la época de la
adquisición del campo por su abuelo homónimo, uno de los antiguos vecinos de la
zona, y que era bien conocido desde entonces.
La Dirección General de Ferrocarriles (DGF)
constató que, efectivamente, el nombre propuesto caracterizaba al lugar de
emplazamiento previsto para la estación, y que provenía de la denominación de la
estancia, que se encontraba a 1500 metros. Sin embargo, ya existía una estación
denominada “Los Ángeles”, en la línea Villars a Pergamino de la Compañía
General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires (CGBA), y como era
norma invariable para la DGF no repetir el nombre de estaciones, la petición no
podía prosperar. La DGF consideró, en cambio, los nombres de “Boca de las
Sierras” y “Los Huesos”, que identificaban accidentes geográficos de la zona,
como potenciales denominaciones para la futura estación.
Ante la seguridad de que el nombre
originalmente propuesto sería rechazado, Acosta se dirigió nuevamente al
Ministro de Obras Públicas, el 13 de diciembre de 1929, modificando su
solicitud original, pidiendo que a la estación se la denominara “Pablo Acosta”
en lugar de “Los Ángeles”. El mismo día, cursó una carta al presidente del
Museo Histórico Nacional, Dr. Antonio Dellepiane, en la que manifestaba que
“ante las dificultades con que se tropieza para denominar ‘Los Ángeles’, la
Estación del Km. 59,212.50 de las líneas del F. Carril del Sud […] y salvando
los escrúpulos que he sentido al respecto, me permito rogar al Señor Presidente
auspicie ante el Superior Gobierno, que a la citada Estación se le ponga el
nombre de <Pablo Acosta>”. (4)
Acosta explicó que en un primer momento había
solicitado el nombre de “Los Ángeles” para la estación y no el de “Pablo Acosta”,
“por delicadeza por llevar
yo el mismo nombre y apellido, pero no por dejar de reconocer que sería un
justificado recuerdo a la persona que contribuyó al engrandecimiento del país,
pues […] fue uno de los que suscribió el acta de fundación de la Ciudad de
Bahía Blanca y era poblador de los campos donde está comprendido mi
Establecimiento ‘Los Ángeles’, desde antes del año 1830”. (5)
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Itinerario FCS - Invierno 1930 |
La
resolución del pedido de Acosta se demoró en los pasillos burocráticos de la
DGF. Cuando en junio de 1930 el FCS inauguró la sección Azul-Chillar del ramal
a Dorrego, la estación en cuestión no tenía aún su nombre definitivo asignado, razón
por la cual se habilitó como “Kilómetro
348”, decir,
la distancia kilométrica que mediaba desde Plaza Constitución. Esta situación
se prolongaría por algunos meses.
Volvamos al trámite de la
determinación del
nombre de la estación. La Junta Asesora para la nomenclatura de las
estaciones ferroviarias consideró equitativa
su designación con el nombre “’Pablo Acosta’ o simplemente ‘Acosta’”, pero la
Inspección General de Explotación Comercial señaló que ese nombre era parecido a “Mariano Acosta”, estación
del mismo ferrocarril ubicada en la línea de Merlo a Lobos, lo que podría
generar inconvenientes. Consultada la Dirección General de Correos y
Telégrafos, esta oficina manifestó que el nombre propuesto no traería
confusión. Atento a ello, el 5 de diciembre de 1930 el presidente de facto José Félix Uriburu dictó un decreto por el que se denominaba “Pablo Acosta” a la estación
del Kilómetro 59,212.
La Estación
Pablo Acosta corresponde a la
última etapa de expansión del FCS, en la que el ferrocarril inglés desarrolló
estaciones con edificios de pasajeros de grandes dimensiones, en dos plantas.
La estación ocupaba una fracción de terreno de 1025 metros de largo por 200 metros de
ancho, incluso la calle de circunvalación, con una fracción anexa de 200 metros de
largo por 82,5 metros de ancho, reservada para la instalación de elevadores de granos,
y había sido dotada, entre otras, de las siguientes instalaciones:
- Un edificio de
pasajeros.
- Un local con
W.C. y mingitorios públicos.
- Una plataforma
de 200 metros de largo, con un ancho de 10 metros frente al edificio de pasajeros.
- Una vía segunda
de 941 metros de largo.
- Una extensión total de 1663 metros de desvíos.
- Un galpón de
carga de 16 metros de largo por 8 metros de ancho.
- Un galpón de
cereales de 68 metros de largo por 16 metros de ancho.
- Un corral de
hacienda de 345 m2 de superficie, con antecorral
de 851 m2 de superficie.
- Una rampa de
punta.
- Dos casas para
empleados del Departamento de Tráfico.
- Una casa para el
encargado de la revisión de la vía.
El Paraje
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Revista del F.C.S. |
El deseo
de Pablo Acosta (nieto) de levantar un pueblo alrededor de la nueva estación no
se materializó. La Guía Comercial del
Ferrocarril del Sud informaba en 1936 que
en Pablo Acosta “no hay pueblo, servicio de automóviles ni coches, pero puede
conseguirse hospedaje en casa de comercio local.” (6)
El paraje contaba con un almacén de ramos generales, “El Progreso”, un
abastecedor-carnicería, “Los Huesos”, una herrería y un surtidor de nafta YPF,
que estaba a cargo del propio
Acosta. También había un destacamento policial, a cargo de un agente, y la
escuela provincial Nro.15, que unos años más tarde cambiaría su numeración por
Nro.37, que brindaba instrucción hasta 6to. grado.
La estación despachaba la riqueza
agropecuaria que generaba la estancia “Los Ángeles”, fundamentalmente hacienda
vacuna y lanar y cereales como trigo y lino, y en menor medida, hacienda
equina, avena, cebada, maíz, pasto, lana, cueros, crema y aves de corral.
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Almacén de Ramos Generales (Col. Claudio Marcos) |
Pablo Acosta (nieto) era el dueño del
edificio donde funcionaba el almacén de ramos generales, punto
de encuentro de los habitantes de la zona.
El lugar funcionaba como Almacén y Bar
donde se despachaban bebidas y se hacían algunas picadas. Antiguamente
funcionaba también como correo y mi señora era la encargada de la Estafeta
Postal.
[…]
También en el almacén teníamos surtidor
de combustible, donde despachábamos kerosene, nafta y gas oil YPF.
[…]
Los domingos cuando terminaba el partido de fútbol a la
tardecita, que se hacían enfrente del almacén, todos se venían y se armaban
tertulias. Había una mesa de billar, donde se ponían tres maderas y arriba las
tablas y cumplía la función de escenario, ya que subían los músicos a tocar. […]
se armaba el baile y duraba hasta las doce de la noche. […] y cada tanto,
alguna pelea se armaba. (7)
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Baile en la Estación (Col- Fabián Vendemila) |
El
almacén era la terminal del colectivo que tres veces por semana hacía el
recorrido Azul-Pablo Acosta. Se brindaba servicio de taxi a los campos cercanos
y al camino viejo a Tandil, donde el viajero combinaba con otro colectivo a esa
ciudad.
En el andén de la estación de Pablo Acosta
también se organizaban bailes y fiestas.
Pablo
Acosta (nieto) falleció en 1959. Sus restos descansan en una capillita privada
a la entrada del Monasterio Trapense, cuya construcción impulsó con su esposa, Carmen
Leloir de Acosta (m. 1973), a partir de la donación de 600 hectáreas a la orden
religiosa de los Monjes Trapenses. Acosta murió antes de que se terminara el
monasterio. El hacendado tampoco vio la desaparición del ferrocarril, cuya
llegada había respaldado decididamente. En efecto, dos años después de su
muerte, en 1961, el servicio ferroviario fue suprimido. La estación Pablo
Acosta, que honraba la memoria de su abuelo, su legado de épocas heroicas ya
fenecidas, de frontera y de aventura, se quedó en silencio.
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Tren de Levante, el último tren en Pablo Acosta...
(Col. F. Vendemila) |
Algunos años más
tarde, una máquina a vapor volvió a recorrer el ramal a Chillar. Una vez más,
un tren volvió a pasar por Pablo Acosta. Fue la última vez: era el tren de
levante, que se llevó rieles, puentes y demás obras de arte. La estación fue
demolida y sus galpones
fueron desarmados. El tren desapareció, dejando pocos rastros, llevándose
consigo un pedazo de historia de ese paraje del Valle de los Huesos.
DATOS
GENERALES
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Cota de Riel
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93,82 metros sobre el nivel del mar
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Galpones
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Cargas generales
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128 m² (propios de la empresa)
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Cereales
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1.088 m² (de particulares)
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Cantidad de Bretes
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1
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Corrales
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1.196 m²
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Estanques
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227 m³
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Cantidad de Bebederos
|
1
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Longitud de Vías
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Segunda
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941 metros
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Auxiliares
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1.663 metros
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Número de Rampas
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de Costado
|
1
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De Punta
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1
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Referencias:
(1) Carta al Ministro de Obras Públicas, Dr. Roberto M. Ortiz. Buenos Aires, 1º de abril de 1928. Archivo del Ministerio de Obras Públicas. Museo Nacional Ferroviario.
(2) Inspección General de Construcciones, 4 de junio de 1929. Azul/Dorrego. Sección Azul-Chillar. Ubicación de las estaciones propuestas. Archivo del Ministerio de Obras Públicas. Museo Nacional Ferroviario.
(3) Carta de Fernando Guerrico, representante del FCS, a Manuel Castello, Director General de Ferrocarriles. Buenos Aires, 5 de julio de 1929. Azul/Dorrego… Archivo del Ministerio de Obras Públicas. Museo Nacional Ferroviario.
(4) Carta de Pablo Acosta (nieto) a Antonio Dellepiane. Buenos Aires, diciembre 13 de 1929. Archivo del Ministerio de Obras Públicas. Museo Nacional Ferroviario.
(5) Carta de Pablo Acosta (nieto) a Antonio Dellepiane… Museo Nacional Ferroviario.
(6) Ferrocarril del Sud. Guía Comercial. Buenos Aires, 1936, p.299.
(7) Testimonio de Rolando S. El Tedinés, Nº100, julio 2014, p.7
Fuentes:
WEINBERG, FÉLIX, dir. Historia del Sudoeste Bonaerense, por Hernán A. Silva, M. Bróndolo de Mazeris, R. Güenaga de Silva, M. E. Pérez Amat, D. Scheines de Tiverovsky, Celia N. Priegue, A. S. Zinger de Bilhé, Hilda R. Zapico, Ana M. Cignetti, M. N. Cernadas de Bulnes, Gustavo A. Monacci y Cristina Estecondo. Buenos Aires: Plus Ultra, 1988. 328 p.
Archivo del Ministerio de Obras Públicas. Museo Nacional Ferroviario.