“La vía tiene algo de mágico, mezcla de desafío y curiosidad, que una vez que te atrapa ya nunca te abandona”

domingo, 1 de octubre de 2017

Las Acequias, una historia de trenes…

Escudo de Las Acequias
Hablar de Las Acequias es adentrarse en un pequeño pueblo del sur de la Provincia de Córdoba,  bien cerquita de la ciudad de Río Cuarto, “Imperio del Sur Cordobés”. Una zona dominada por el río que lleva el mismo nombre y que otrora fuera el límite norte para las tierras habitadas por los Ranqueles.
Acceso al pueblo: Ruta 8, Km. 570
Para muchos Las Acequias no será más que algo desconocido. Para otros solo un pequeño cartel sobre la Ruta Nacional Nº 8, que indica su existencia a 11 kilómetros. Y algunos pensarán a este lugar como uno de esos tantos pueblos perdidos en medio de la pampa gringa. Y la verdad es que todos ellos tendrían razón… Aunque en mi caso, fue el espacio amplio donde transcurrieron las vacaciones escolares de mi infancia y una parte importante de la historia familiar…

Un poco de historia…

Capilla Nuestra Señora del Rosario
El pueblo de Las Acequias fue  fundado el 7 de Octubre de 1904. El origen del nombre podemos encontrarlo en distintos documentos:
La aparición de esta población tuvo lugar entre dos grandes establecimientos de campo: "Bella Vista" de Juan Gardey y "El Paraíso" de Elías Moyano. En el terreno donado por dichos Señores, se efectuó el trazado del pueblo que llamaron "Las Acequias", por las acequias allí existentes en ambos campos colindantes” ¹.
Según el libro de Enrique Udaondo sobre los nombres de las estaciones ferroviarias:
“… el campo que era de D. Juan Gardey, estaba cruzado por una acequia proveniente de los terrenos de D. Ambrosio Olmos. La propiedad del Sr. Gardey tomó el nombre de <Las Acequias> y la estación de aquella…” ²
El tren fue parte importante en la vida del pueblo, aunque su historia ferroviaria comenzó a escribirse mucho antes de su fundación.
Predio Ferroviario en 1940/41 (aprox)
Foto Centro de Documentación e Investigación
Ministerio de Hacienda
El 18 de Noviembre de 1889 mediante la Ley Nro. 2.669 se otorgó a la empresa Gran Sud de Santa Fé y Córdoba (FCGSSFC) la concesión para prolongar la línea de Villa Constitución – La Carlota, hasta Río Cuarto. Posteriormente por Decreto del 20 de Septiembre de 1900, la compañía es transferida al Ferrocarril Buenos Aires y Rosario (FCBAyR), quien será la encargada de abrir el tramo al servicio el día 1º de Abril de 1902. En 1908 pasaría al Ferrocarril Central Argentino (FCCA), a partir de la fusión de ambas compañías.-
Las Acequias  se sitúa en el Km 366 de la línea Villa Constitución – Río Cuarto. Fue habilitada como estación de 2da. Categoría, para pasajeros, encomiendas, cargas, telégrafo y hacienda.

Un poco de trenes…

Don Manuel Martínez y
Doña Elena gonzález
Pero para quien esto escribe Las Acequias es una de las patas de su historia familiar, que tuvo dos orígenes.
Una parte llega desde el otro lado del Atlántico, es asturiana de pura cepa. Vino de la zona del Concejo de Amieva, cerca de Cangas de Onís. Desde allí partieron Manuel Martínez y Elena González para “hacer la América”, con ellos sus siete hijos, entre ellos Belarmina, la dueña del 50% de la historia, quien no supo de Las Acequias hasta muchos años después de llegar a estas tierras.
La parte restante de la historia también surge de la inmigración. Arranca en Italia, pero se fortaleció en nuestro suelo, a principios del siglo XX. Allí aparece Don Virginio Bucci, abuelo paterno. Hombre de vida dura. Nacido en Venado Tuerto (Santa Fe) pero con niñez cordobesa, de trabajo familiar en el campo, cerca de Curapaligüe. Épocas difíciles pero dignas.
Estación Curapaligüe
Y de pronto aparece el tren, con un hecho que cambió sus pasos para siempre.
Su padre Agustín fallece muy joven en un accidente. Lo que se dice, una verdadera tragedia. Un viaje de rutina desde el campo hasta el pueblo. El paso a nivel del lado Río Bamba.Un animal que se niega a seguir tirando del sulky justo sobre las vías. Un tren que se acerca a toda velocidad. Un hombre que intenta mover al animal, que se empaca y se clava sobre los rieles. El momento de la decisión que llega y el bisabuelo Agustín Bucci, sabedor de lo que es la pobreza, tener muy poco y la necesidad del animal para el trabajo, que espera hasta el final para intentar salvarlo….
Recuerdos en Curapaligüe
Siempre contaba Don Virginio que los testigos del accidente le gritaron que lo dejara, que se tirara del sulky y que cuando decidió bajarse con el tren encima, el caballo se espantó pegando un tirón que dejó a su padre a merced de la mole ferroviaria. Todo cambió en apenas un puñado de segundos… fatales… Casi 100 años más tarde, al costado del paso a nivel lado oeste de la estación Curapaligüe, una cruz de hierro nos trae el recuerdo emocionado de aquel suceso familiar…

Desde ese momento conoció la necesidad de “parar la olla” desde muy chico, viviendo todo tipo de penurias y maltratos en épocas donde nada se conocía del trabajo infantil y sus abusivas implicancias. Fue boyero en distintas chacras y estancias de la zona, cuidando animales y haciendo todo tipo de tareas rurales pese a su corta edad. Pasó temporadas enteras alejado de Rosa, su madre, llorando en el silencio de la noche. Todo servía para acercarle dinero que permitiera sobrevivir a ella y a sus hermanos…
José Camilo Crotto
Gob. de Bs As. 1918-1921
La falta de trabajo lo obligó a comenzar a recorrer caminos cada vez más lejanos, y allí apareció nuevamente el tren… para volver a dar un giro a su vida. Fue habitual pasar días viajando como “croto” en distintos trenes en busca de las cosechas que trajeran el sustento. Corridos por la policía, mirados con desconfianza por los habitantes de cada pueblo, los crotos se desplazaban para trabajar. Se los conocía con ese nombre a raíz de una norma emitida por el Gobernador de Buenos Aires José Camilo Crotto, que permitía a los trabajadores rurales viajar en los trenes de carga en busca de trabajo.
Margarita, Virginio
y el pequeño Armando
Los años que siguieron a la gran crisis del ’29 fueron duros en todo el mundo, y la Argentina no fue una isla. Muchos hombres “linyereaban” de un lado a otro en búsqueda de trabajo. La vida entre viajes lo llevó hasta Doña Margarita Beoletto. Un amor que fue creciendo entre Curapaligüe y Laboulaye, contra todas las adversidades y que dejara como primer testimonio a Armando, el hijo varón de la familia. Mi padre, la otra mitad de la historia.

Estación Las Acequias
La búsqueda de la cosecha de maíz lo dejó una noche en un pueblo desconocido para él. Hizo ranchada en un extremo del predio de la estación, escondido de la policía, quien muchas veces no entendía que esa gente desaliñada no buscaba problemas, sino trabajo. A primera hora de la mañana y cuando se disponía a caminar hacia el campo en busca del “conchabo”, un “milico” se cruzó en el camino, pero esta vez vaya a saber porque ese policía, en lugar de “meterle palo”, le recomendó un lugar que estaban buscando peones para la cosecha. Así  Virginio Bucci había echado raíces en Las Acequias. Hubo trabajo suficiente como para juntar unos pesos y viajar a buscar a su esposa e hijo.
Armando Bucci (izq.), en el vagón postal  
Armando creció entre el pueblo y la campaña, acompañado de sus padres y sus hermanas Ángela y Rosa. Con el tiempo, ya de muchacho decidió viajar a probar suerte a Buenos Aires, donde entró a trabajar en el Correo, consiguiendo un puesto en la Oficina de Estafetas Ambulantes.
Otra vez el tren en la historia familiar... aunque esa será para otro momento.

Las Acequias, un pequeño pueblo de grandes recuerdos. De largas caminatas por la vía levantando perdices con el viejo y el abuelo; de viajes en tren en el vagón postal donde me sentía un rey en su palacio cada vez que abría el portón para entregar la correspondencia; de inviernos duros y veranos de sueños largos; de pasado feliz y con afectos; de presente con ausencias que aun duelen…
Las Acequias… una historia de trenes…

                                    


DATOS GENERALES ESTACIÓN LAS ACEQUIAS (FCBAYR / FCCA) ³
Cota de Riel
291,50 metros sobre el nivel del mar
Galpones
Cargas generales
222 m²            (171 m² para cereales)
Administración
1.214 m²
Cantidad de Bretes
1        (lado Oeste)
Ubicación depósito de agua locs.
Oeste
Molino a viento
1         (1,5 m³ por hora)
Corrales
1.770 m²
Bebederos
1
Estanques
(capacidad)
100 m³
Longitud de Vías
Habilitadas para cruces
481 metros
Auxiliares
498 metros
Número de Rampas
de Costado
1
De Punta
ninguna

¹ Sitio Web de la Municipalidad de Las Acequias / Heráldica Argentina.-

² “Significado de la Nomenclatura de las Estaciones Ferroviarias de la República Argentina”;   de Enrique Udaondo; Ministerio de Obras Públicas; Buenos Aires, 1942.-

³ “Ferrocarril Central Argentino – Itinerario de Servicio Nº 81” – 15 de Diciembre de 1934

Estación Las Acequias
Antiguo reloj de la estación
Galería de la estación
Vista hacia Alejandro
Galpón y silos
Bv. Córdoba, zona de ingreso a la estación
Sanitarios
Vivienda ferroviaria
Calle Chacabuco, esq. E. Moyano:
 la casa de Virginio y Margarita
Marco de palancas
Tanque de agua
Señales con vista hacia Alejandro
La estación en 1991
Otra vista en 1991, al fondo aún
se podía ver el cartel de la estación
Vista del acceso lateral al andén
Virgen de Luján
Cerchámetro: medidor de gálibo de altura
Edificio centenario de Las Acequias