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Puente sobre el Río Salado - Ramal Gorostiaga - Anderson |
Todo viaje es
un ritual para el cual uno cree estar preparado. Se lo piensa, se lo espera con
ansiedad, se lo disfruta aun antes de partir y se lo vuelve a pensar.
Para nosotros
cada viaje es una búsqueda, una necesidad de encontrarse con aquello que uno
espera y con lo que sabe que será inesperado, pero que igual se va a disfrutar.
Es necesaria una tarea de planificación y logística que nos lleven hasta las
distintas informaciones que nos permitirán optimizar cada kilómetro recorrido.
Se piensan horarios, se calcula la posición del sol respecto de las estaciones
para que las fotos tengan la mejor luz posible, se sueñan lugares y personajes
desconocidos, charlas amables con gente sencilla, se imaginan caminos y
horizontes nuevos…
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Tejedor, vista desde el lado calle |
Es por eso
que en el mes de Agosto de 2011 decidimos emprender un nuevo rumbo y comenzar a
caminar las vías de otro de los grandes ferrocarriles de nuestro país: El
Ferrocarril del Oeste (desde aquí FCO), que con la nacionalización (1948) pasó
a denominarse Ferrocarril Domingo F. Sarmiento (FCDFS). Y como casi siempre nos pasa, todo lo pensado
fue poco si lo comparamos con lo que se siente estando allí.
Recorrer y
sacar fotos de viejas estaciones ferroviarias es mucho más que un pasatiempo.
Es jugar con los imprevistos del camino y su impronta de cercanía con lo que
uno desea conocer, es aprender a escuchar esas historias que la gente siempre
nos quiere contar, es compartir un mate, el deseo de que vuelva el tren aunque
sepamos que a veces eso no será nunca más posible… Para nosotros viajar es recordar los sonidos y
los olores que complementan la imagen de un lugar, es disfrutar del misterio
que la vía siempre tiene para ofrecernos… tal como la del Ferrocarril Oeste.
Si bien nos
sabemos admiradores de la obra del gran Ferrocarril del Sud (FCS), sabíamos que
el Oeste era una deuda pendiente y que ese era el momento de comenzar a
saldarla.
Quisimos comenzar
a tutearnos con este gigante que allá por 1857 sentó sus bases en la ciudad de
Buenos Aires, con el glamour y la estampa que tienen el puerto y la gran urbe.
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Estación Drabble |
Pero
paradójicamente, a pesar de ese pasado ciudadano, el oeste nos sedujo con esa
idea de aventura hacia otras tierras más lejanas, donde el verde se adueña de los campos
regados por el agua que baja mansa hacia su destino final en el mar Y más allá,
en los confines bonaerenses, el oeste es ese horizonte infinito que gasta la
mirada del viajero cuando se da cuenta que está a las puertas de ese desierto
intimidante donde la soledad arenosa se hace propietaria del paisaje bravo e
indómito. Y finalmente el oeste se nos
presenta como ese sueño desde el que se
divisan las cimas con sus nieves eternas y
lejanas, tan lejanas que fueron inalcanzables.
El Hombre
propone y el camino dispone…
Este fue un
viaje que fue sufriendo muchos cambios, antes y durante su realización.
La idea
original directamente no se pudo realizar ya que en el pueblo de Roberts,
elegido para hacer noche al final del primer día, justo ese fin de semana largo
de agosto se desarrollaba una fiesta a la que acude mucha gente, por lo que su
único hotel estaba colmado.
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Estación Pradere (Ramal a Ingeniero Luiggi) |
Golpe de volante
mediante, cambiamos la planificación decidiendo recorrer durante el primer día el
tramo Lincoln – Villegas del ramal S7 del FCO, para luego seguir hacia el oeste
llegando a la Provincia de La Pampa. El segundo día se programó recorrer parte
del ramal S17 del FCO hasta la estación Sarah por la mañana y por la tarde hacer
el tramo del ramal S9 entre Intendente Alvear y Pradere, para luego hacer noche
en Rivadavia (Estación América)…
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Estación Villa Sauze |
Hay un dicho
popular que dice: “El Hombre propone y
Dios dispone…”, que aplicado a nuestro viaje sería, “El hombre propone y el camino dispone”… ¿Por qué? Muy sencillo, al
salir de Intendente Alvear, el domingo 21 de agosto (Día del Niño), tomamos el
camino rural que une dicha ciudad con el pueblo de Villa Sauze, hasta allí todo
normal, fotografiamos la estación y al querer continuar viaje con destino a
Sansinena, el camino luego del paso a nivel se transformó en una huella casi
intransitable, mostrando claras señales de haber estado sometido a las
inclemencias de las inundaciones durante un largo tiempo. A nuestro regreso a
Buenos Aires, consulta al Google Earth
mediante, pudimos corroborar dos cosas: Primero que efectivamente hubo agua en
la zona de Villa Sauze y segundo que había un desvío realizado al camino
(difícil de hallar por cierto y que de hecho no pudimos encontrar) que evitaba
la zona en cuestión y nos depositaba en Sansinena.
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Estación Trebolares: tanque de agua y galpones |
La situación
era la siguiente: hermosa tarde de sol, varias horas de luz por delante y sin
posibilidades de seguir con la planificación con la que salimos de casa. La
decisión fue volver sobre nuestro
recorrido hasta Intendente Alvear y bajar por la ruta Nro. 1 hasta Trebolares y
recorrer el ramal S10 desde allí hasta Tejedor, donde llegamos para pasar la
gélida noche de domingo.
El lunes
tempranito emprendimos la vuelta viendo algunas cosas del FC. Midland y también
del Compañía General de Buenos Aires, con la satisfacción de haber resuelto un
viaje que tuvo sus tribulaciones y que nos permitió empezar a conocer el
“Oeste”, un viejo conocido.
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Estación Gowland |
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Viejo cartel en Moores |
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Tanque de agua en Estación Balsa |
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Estación Bernardo Larroude - Pcia. de La Pampa |
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Cartel Estación Cerrito |
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Panorámica de la Estación Eduardo Costa |
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Lado calle en Intendente Alvear |
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Estación Juan José Paso |
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Pequeño galpón de encomiendas en Santa Inés |
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Aljibe y galpón en Tejedor |
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Vista exterior de Suipacha |
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Andén de la Estación Trebolares |
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Vieja señal en Carlos Tejedor |
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Vista lado calle en Ameghino |