“La vía tiene algo de mágico, mezcla de desafío y curiosidad, que una vez que te atrapa ya nunca te abandona”

jueves, 13 de marzo de 2014

Miranda (FCS)


Miranda es una pequeña comunidad rural que se compone de un puñado de edificaciones que se agrupan principalmente sobre la calle de circunvalación de su estación. Más allá, se extiende la llanura, plana, con escasas pendientes y drenaje dificultoso. Son las tierras overas de la llamada “Cuenca deprimida del Salado”.
Miranda, cuyo nombre recuerda al patriota venezolano, es la única estación de la vía Las Flores-Tandil que se agregó con posterioridad a la inauguración del ramal, ocurrida en 1891. Por ello, presenta una tipología distinta a las otras estaciones intermedias de la línea. Hay otro hecho que distingue a Miranda de las demás estaciones de este ramal: su función actual. La estación alberga el Centro Educativo para la Producción Total (CEPT) Nº 5, cuyo objetivo es brindar educación a la juventud rural y promover el desarrollo y crecimiento de la pequeña comunidad de Miranda. Instalada en 1991, la acción de esta institución fue fundamental para revertir la inexorable declinación en la que se encontraba el pueblo, como tantos otros parajes rurales, por la 
Carta topográfica del I.G.M.
migración de su población, principalmente hacia la cabecera del partido, Rauch, que se encuentra a 35 km de distancia. Así, Miranda registró índices sociales alentadores: se detuvo la migración rural de los jóvenes y sus familias, se registró un incremento de población, que de 80 habitantes en 2001 pasó a 124 en 2011, gran parte de las casas desocupadas y cerradas, imagen típica de los pueblos en extinción, volvieron a ocuparse y se incrementó la tasa de jóvenes con matrícula escolar. 
Además del CEPT Nº 5, Miranda tiene 2 escuelas más (la escuela primaria Nº 11 y el SEIMM para la educación inicial). El pueblo cuenta también con delegación municipal, un policía permanente, una sala de primeros auxilios, un club y luz eléctrica.  Se edita un periódico mensual, “La Nueva Hoja”. 
El CEPT Nº 5 se instaló primero en la sala de primeros auxilios del pueblo, luego ocupó una casa frente a la estación, y finalmente se 
Vista del CEPT Nº 5 que funciona en el edificio de la estación
mudó a la misma estación. Este traslado fue todo un símbolo: la vieja estación, aunque con otros fines, volvió a convertirse en el centro del pueblo, como lo había sido en el pasado, cuando el tren movilizaba personas y bienes y traía al pago noticias de seres queridos y del mundo.

Cuando llegamos a Miranda, desconocíamos estas cosas, tan importantes para los mirandenses, y sólo advertimos con bastante desazón que la estación había sufrido una transformación edilicia importante. El edificio y el predio de la estación han sido adaptados a las necesidades del CEPT Nº5. El patio fue reconvertido en una dependencia techada, con ventanas y puerta de acceso. Se han agregado tres pabellones de aulas, cuya construcción ha respetado en buena medida el estilo de la estación. Del lado del andén, dos de los pabellones, con sus galerías, ocupan el terreno libre que se extendía entre los sanitarios/farolería y el edificio principal. 
Las modificaciones introducidas, empero, no impiden apreciar la mayoría de los detalles arquitectónicos de este modelo de estación del Ferrocarril del Sud. Habilitada en 1908, Miranda pertenece a un estilo de transición, que el Ferrocarril del Sud empleó brevemente. Si en las estaciones construidas entre 1901 y 1907 el sector vivienda enlazaba el sector bajo galería con los sanitarios/farolería, con su distintivo bay window y jardín de por medio con el andén, en Miranda ya no lo encontramos. Se trata de una versión
Edificio habilitado en 1908
recortada, que mantuvo tan sólo la primera ventana del sector vivienda. Las estaciones intermedias de la línea Gardey-Defferrari siguieron este modelo. Reserva, en la vía Pringles, también se construyó así.
La estación, tal como se puede apreciar en las fotografías que se acompañan, está impecablemente mantenida. Cabe destacar sobre su historia, que su nombre original fue Santa Rosa, posteriormente se la conoció como Miranda.
Como apasionados de las estaciones de ferrocarril, tendemos a pecar de puristas. Nos molesta cualquier modificación a su estructura, a su aspecto exterior. Un cerramiento sobre el andén lo consideramos una verdadera afrenta, cualquier adosado es un detalle de mal gusto. Sin embargo, también somos conscientes que muchas estaciones están insertas en comunidades que necesitan espacios para desarrollar sus actividades culturales, sanitarias, sociales, etc, y que recurrir a las estaciones desafectadas para llevarlas adelante es natural y lógico. En el caso de Miranda, pueden no gustarnos las modificaciones edilicias que se han llevado a cabo, pero la estación presta un servicio invalorable a la comunidad y está preservada y cuidada. En definitiva, y dejando nuestro apasionamiento a un lado, eso es lo más importante.





Comparativa de Miranda:  Izquierda año 1996;   Derecha año 2007


DATOS GENERALES
Cota de Riel
66,79 metros sobre el nivel del mar
Galpones
Cargas generales
287 m² (propios de la empresa)
Cereales
 No posee
Cantidad de Bretes
1
Corrales
292 m²
Cantidad de Bebederos
1
Rampas
De costado
1
De punta
1
Longitud de Vías
Segunda
968 metros
Auxiliares
1.651 metros



Vista hacia Tandil
Canjeador automático y cartel
Galpón de cargas generales
El edificio original y las construcciones anexadas para el CEPT Nª 5
Marco de palancas
Galería de la estación: guardiana de viejas historias...
Puerta de acceso a la mágica experiencia de viajar en tren
 


Bibliografía consultada:

LORENZO, CAMILA. “Pedagogía de alternancia y Desarrollo Local en Miranda, Partido de Rauch.” Tesis de Licenciatura. Universidad del Salvador, Facultad de Ciencias Sociales, Escuela de Sociología. Diciembre 2011.


GARCÍA, SERGIO. “Las estaciones del Ferrocarril Sud”. En Boletín de Historia Ferroviaria Nº9. Septiembre 1997. Fundación Museo Ferroviario.

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